Close: un relato  coming-of-age profundamente brutal y sensible  

Por Claudio Pereira, Programador de Insomnia Teatro Condell

¿Cómo representar algo brutalmente doloroso y profundo?, cuando hemos crecido viendo tanto cine que ha explotado el dolor como una fórmula llena piruetas, efectismos, pirotecnia sentimental, llegando incluso a dar lecciones morales acerca de cómo deberíamos actuar y responder ante ciertas circunstancias. Prácticamente no nos sorprende nada a estas alturas, muy por el contrario, ha anidado una extraña desconfianza en las apuestas dramáticas del cine industrial.

Por todo esto, es que “Close” llega para sacudirnos y devolvernos esa conexión no con sentimientos de merchandising, sino con emociones y con afectos imposibles de esquivar.  Co producción europea de la mano del joven director belga, Lukas Dhont, quien ha ido construyendo con sus primeros cortos y con “Girl” (2018), premiada en Cannes, una filmografía desde la sutileza, sensibilidad y en especial: un marcado punto de vista, que cobra una exquisita y definitiva precisión en su último film “Close”.

“Close” provoca un excepcional contraste entre la belleza de cultivos de flores, luminosos y coloridos, con la tensión y descarga emocional entre dos niños que se encuentran en el umbral de la adolescencia y que atesoran una complicidad e intimidad en una compleja marea social, cruel y condenatoria. Desde el principio sentiremos la suave brisa de sus murmullos y carreras plagados de dulzura. Cuando hablamos de un marcado punto de vista es porque decide quedarse con ese tiempo del “después” de un desastre, del proceso imposible de asimilar verbalmente, estando en una posición, en este caso con el deslumbrante actor Eden Dambrine, incluso haciendo que exista una simbiosis entre él y la cámara. “Close” es un relato coming-of-age, que no acude a un soundtrack pop de identificación generacional o lugares comunes como veces en off y victimizaciones políticamente correctas propias de ciertos vicios del cine indie, sino que desmarcado absolutamente de lo esperable o condescendiente, problematizando abiertamente la masculinidad malsana.  “Close” está lejos de ser recomendada como un drama genérico; se acerca con propiedad a uno de los momentos de la vida más frágil, donde estamos puestos a prueba con la amenaza constante de una condena social. Es, sin duda, una delicia que nos regalará una profunda conversación posterior, para quedarse por mucho tiempo con nosotros.