Los Woodhouse son un matrimonio neoyorquino que se muda a un edificio situado sobre el cual, supuestamente, pesa una maldición. Una vez instalados, se hacen amigos de unos vecinos que los colman de atenciones. Ante la perspectiva de un buen futuro, los Woodhouse deciden tener un hijo; pero, cuando Rosemary se queda embarazada, lo único que recuerda es haberla engendrado con una extraña criatura que le ha dejado el cuerpo lleno de marcas. Con el paso del tiempo, Rosemary empieza a sospechar que su embarazo no es normal.