La búsqueda de las raíces es una temática arquetípica de las artes, en este caso del cine y más aún cuando está entretejida de la memoria y los derechos humanos. “No estoy en el mar” tiene esta motivación de retratar delicadamente el viaje interno y externo de su protagonista Josefina, una joven instructora de yoga que se integra al cotidiano de un pequeño pueblo al sur de Chile para preguntar sobre el destino de su padre, Manuel, a quién nunca alcanzó a conocer. Lucho Cifuentes dirige magistralmente este largometraje que fue nominado a mejor película en el Festival de Cine Chileno de SANFIC y que se estrenará con cine foro en INSOMNIA este jueves 12 de septiembre a las 19:00 horas.
Protagonizada por Ebana Garín, Daniel Candia y Paola Lattus, entre otros, la cinta sigue a Josefina, quien retorna a su pequeño pueblo natal, San Rosendo, con una misión cargada de sombras y esperanza: desentrañar la verdad sobre su padre. Él fue un valiente activista. Su espíritu deambula entre los trenes destruidos que antaño fueron el pulso de la vida y los edificios abandonados que hoy son testigos mudos de un pasado de esplendor y lucha. Con una determinación férrea, Josefina se enfrentará a los ojos esquivos y las miradas vacilantes de los amigos y vecinos de Manuel. Cada encuentro, cada conversación, será una pieza del rompecabezas que arma el destino de su padre.
“La idea de la película nace de un taller de Cine que realizamos en San Rosendo, región del Biobío. Tomando como base el relato oral local, sus narrativas, los personajes del lugar, la historia latente y el lugar como retrato vivo de la memoria reciente, surge la idea de realizar una película en San Rosendo, que tuviera relación con los casos de detenidos desaparecidos de la zona y que rescatara el patrimonio material e inmaterial del pueblo, incluyendo su pasado ferroviario hoy abandonado y en ruinas”, cuenta Lucho Cifuentes.
Teniendo estos elementos y la disposición de la gente del pueblo, el director y guionista comenzó a escribir el guion de la película con una fuerte asesoría de Julio Pincheira, actor nacido y criado en San Rosendo. La primera parte del proceso consistió en realizar entrevistas a los familiares del caso de detenidos desaparecidos de Laja, San Rosendo.
“En estas entrevistas surge la idea de retratar la historia de alguien que fuera hija de un caso similar, pero más reciente. Por el manto de silencio del pueblo y el temor por este y otros casos, su familia decidió dejar el pueblo atrás, su historia atrás, y rehacer su vida sin contarle a nadie sobre esto. Este personaje, llamado Josefina en la ficción, decide escarbar en estos recuerdos escondidos, regresar a San Rosendo, su pueblo natal, para investigar y escribir un libro que le permita descubrir quién fue su padre y saber dónde está”, cuenta Cifuentes, quien define al filme como “un encuentro de miradas y relatos”.
“Primero que nada, el público va a encontrarse con San Rosendo”, agrega Cifuentes. “Es un pueblo que está en el imaginario de muchas personas en Chile por la “Pérgola de las Flores”, pero que no todos saben dónde está, ni sus historias. Van a poder ver una ventanita a su pasado y sobre todo, será un viaje en tren a su presente, derruido, abandonado y silencioso. Sin embargo, el lugar tiene una fuerza de convocar y reunir, que todavía sigue vigente, y que el personaje principal, a través de su propio viaje, nos lleva a descubrir. Las cosas quizás no logren regresar a nosotros como queremos, pero si pueden volver a emocionarnos para enfrentar lo que está por venir”.
El objetivo de la película, explica Luis Cifuentes, es: “reflexionar sobre temas de memoria y territorio, en San Rosendo, un pequeño pueblo al sur de Chile. Un pueblo olvidado que es una suerte de reflejo del estado de todo un país. Busca ser espejo del alma de una generación que nace hacia fines de la dictadura y crece en democracia, intentando madurar en busca de una identidad propia. Al comienzo de la película Josefina es fría y calculadora, pero en su búsqueda va mutando hacia la empatía para conectarse a otras maneras de entender su propia historia y comenzar a recomponer sus relaciones sociales. Esta es una invitación a observar su viaje de búsqueda de identidad para comprender las dificultades de crecer en el silencio y el miedo”.
Esta película tendrá función única en INSOMNIA en el mes de septiembre, las entradas se compran de manera presencial en boletería (Condell 1585, Valparaíso). Para más información visita www.insomniacine.cl.